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lunes, 5 de octubre de 2015

Otoño



Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.

Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento! 




¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!

En una decadencia de hermosura, 
la vida se desnuda, y resplandece 
la excelsitud de su verdad divina.

Juan Ramón Jiménez.



viernes, 3 de octubre de 2014

Otoño


Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.


Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!


¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!


En una decadencia de hermosura, 
la vida se desnuda, y resplandece 
la excelsitud de su verdad divina.

(Juan Ramón Jiménez).


lunes, 16 de diciembre de 2013

Jesús, el dulce, viene

Joseph Brickey: Camino a Belén, (detalle).

Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!

 Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera 
que la nieve, al pasar, blanda, deshace, 
y deja atrás eterna calma... 

¡Señor del cielo, 
nace esta vez en mi alma!

Juan Ramón Jiménez. 

martes, 7 de mayo de 2013

Madre

Dorothea Sharp, (1874 – 1955): Madre e hijos en el lago Como.

Te digo, al llegar, madre
que tú eres como el mar;
que aunque las olas
de tus años se cambien y te muden,
siempre es igual tu sitio
al paso de mi alma.

Gavin Calf: Madre e hijo en Bretaña.
 
No es preciso medida
ni cálculo para el señalamiento
de ese cielo total;
el color, hora única,
la luz de tu poniente,
te sitúan,¡oh madre!,entre las olas,
conocida y eterna en su mudanza.

Juan Ramón Jiménez.


sábado, 25 de diciembre de 2010

Jesús, el dulce, viene


Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!

Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...

¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!

(Juan Ramón Jiménez)