Porque es su día y es mi Madre.
La de todos, también de los que no quieren, o reniegan, o miran para otro lado.
Ella siempre es nuestra Madre.
Porque es su día y es mi Madre.
La de todos, también de los que no quieren, o reniegan, o miran para otro lado.
Ella siempre es nuestra Madre.
En noviembre, a las 18.15, el sol se desangra sobre Granada. Desciendo por la cuesta de Cartuja. Se oculta el rojo detrás de los edificios de Real de Cartuja; así que me dirijo rápidemente hasta la avenida del Hospicio. De nuevo lo veo, herido, sobre el Hospital Real.