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lunes, 21 de septiembre de 2015
sábado, 31 de agosto de 2013
Cosas que pasan
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El músico y director Joan Chamorro. |
Coges a un grupo de pequeños músicos de 6 a 18 años, les descubres el jazz... y esto es lo que le ha pasado a Juan Chamorro, profesor de la Escuela Municipal de Música Sant Andreu. Creó una Big Band con sus alumnos que hacen las delicias de todos los amantes de este esilo musical:
Me gusta especialmente la voz de la joven Andrea Motis:
miércoles, 16 de enero de 2013
En la vieja casa
diviso Praga entera a la redonda;
al fondo, silencioso y quedo el paso,
pasa de largo la hora honda del crepúsculo.
La ciudad se desvanece como detrás de una luna.
Alta sólo, al modo de un gigante empenachado,
se alza ante mí la cúpula verdosa
de la Torre de San Nicolás.
Ya parpadea aquí y allá una luz
lejana sobre el denso fragor ciudadano.
Para mí es como si en la vieja casa
ahora una voz me dijera “Amén”.
Rainer María Rilke.
Ofrenda a los lares, 1895.
viernes, 21 de diciembre de 2012
Se acabó por fin
... El otoño, dando paso al invierno. Y como en algunos sitios no lo parece con 20º de media, nos refrescamos con estas imágenes:
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Francesc Masriera: Invierno, 1882 |
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Francois Kavel: Joven con estola de piel. |
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Giuseppe de Nittis: Paseo de invierno. |
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George Henry Boughton: Mujer en la nieve, 1896. |
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Vernon: Dama elegante con bolas de nieve. |
viernes, 30 de noviembre de 2012
Lo que puedo haber sido y no fue.
Es Lady Gaga, vestida de "criatura normal", cantando con Tony Bennett. Me pregunto por qué no cambia de estilo y se dedica a esto. Aunque claro, lo estrafalario vende más.
jueves, 22 de noviembre de 2012
Santa Cecilia, patrona de la música
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Domenichino: Santa Cecilia, 1618. |
Perteneciente a una familia
patricia y convertida al cristianismo en su juventud, se dedicó junto con su
marido a enterrar los cuerpos de los mártires. Descubierta, fue denunciada a
las autoridades y condenada a morir.
Según una “passio legendaria” (y
poco fiable históricamente) compuesta en el siglo VI, la noble cristiana romana
Cecilia, en la noche de su boda con el joven pagano Valeriano, revela a éste
que un ángel custodia su virginidad, invitándole al mismo tiempo a creer en un
sólo Dios y a bautizarse como único medio para ver al ángel.
Bautizado Valeriano en la vía
Apia por el papa Urbano vuelve junto a su esposa, a la que encuentra en compañía
del ángel que corona a los esposos con rosas y lirios.
Convertido también Tiburcio,
hermano de Valeriano, y bautizado por el mismo Urbano, ambos hermanos se ocupan
de enterrar a los mártires de la persecución de Turco Almaquio. Denunciados por
esta práctica, son decapitados.
El corniculario Máximo les da
sepultura, por lo que también es ejecutado. Cecilia recoge sus restos y los
deposita junto a los de su esposo y cuñado; es denunciada a su vez y condenada
a ser arrojada al fuego de las termas de su propia casa, pero sale ilesa.
Entonces Almaquio ordena que sea
degollada. El papa Urbano, ayudado por sus diáconos, entierra a la mártir y
consagra su casa como basílica.
Las contradicciones cronológicas
de esta passio no permiten fijar la fecha del martirio. Sin embargo, el
descubrimiento del primer sepulcro de Cecilia en el cementerio de Calixto junto
a la cripta de los Papas (De Rossi, 1854) hace suponer que sea una de las
víctimas anteriores al siglo IV.
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Luis de Madrazo: Entierro de Cecilia, (detalle) |
La historia, que no puede
decirnos más sobre Cecilia, puede en cambio ilustrar el camino seguido por sus
reliquias hasta nuestros días. En el siglo IX el papa Pascual I (817-824)
reformó la iglesia que dedicada a Cecilia existía en el Trastévere y trasladó a
ella los restos de la mártir desde el cementerio de Calixto.
También trasladó desde el
cementerio de Pretextato los restos de los santos Valeriano, Tiburcio y Máximo
y los de los papas Urbano y Lucio. Todos ellos fueron colocados en tres
sarcófagos bajo el altar mayor. La cabeza de Cecilia se puso, aparte, en un
cofre de plata y fue trasladada después por León IV a la iglesia de los Cuatro
Santos Coronados (cfr. Liber Pontificalis 11, 55-58, 116).
En 1599, siendo papa Clemente
VIII, se realizó un reconocimiento oficial de las reliquias.
Se encontraron bajo el altar
mayor los tres sarcófagos mencionados por Pascual I; en el primero de ellos el
cuerpo de Cecilia momificado y en una posición característica (reproducida por
la escultura del Maderno que se encuentra actualmente sobre el altar mayor),
con ricas vestiduras de seda y oro.
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Stefano Maderno: Escultura yacente en Santa Cecilia in Trastevere de Roma |
A partir del siglo XV, por una
mala interpretación de un párrafo de la passio, se considera a Cecilia patrona
de los músicos y de los fabricantes de instrumentos musicales.
La representación más antigua es
el fresco descubierto por De Rossi en S. Calixto que representa a Cecilia en
actitud orante.
En el siglo VI aparece en el
mosaico de la Procesión de las vírgenes en san Apolinar Nuevo (Rávena). También
aparece en el mosaico absidial del s. IX en la iglesia del Transtévere. Sus atributos
son la palma del martirio, el libro de los Evangelios, que guardaba junto a su
corazón, la corona de rosas y lirios y, desde el Renacimiento, los instrumentos
musicales, especialmente el órgano.
Entre las numerosísimas
representaciones de Santa Cecilia destacan la de Rafael, que se conserva
en la Pinacoteca de Bolonia, y las de Domenichino y Guido Reni en las
iglesias romanas de S. Luis de los Franceses y Santa Cecilia respectivamente.
(1)
La referencia histórica más
antigua sobre Cecilia se encuentra el Martyrologium Hieronymianum, lo que
indica que en el siglo IV la Iglesia romana ya la conmemoraba. En este
martirologio de Jerónimo su nombre se menciona el 11 de agosto, que es la
fiesta del mártir Tiburcio. Pero evidentemente se trata una adición equivocada
y tardía, debido al hecho que este Tiburcio, que fue enterrado en la Vía
Labicana, fue identificado erróneamente con Tiburcio, el cuñado de Cecilia
mencionado en las Actas de santa Cecilia.
En el mismo martirologio se la
menciona el 16 de septiembre, con una nota topográfica: «Appiâ viâ in eâdem
urbe Româ natale et passio sánctæ Cecíliæ virginia» (‘en la Vía Apia de la
ciudad de Roma, nació y murió la santa virgen Cecilia’). El 16 de septiembre
podría ser el día del entierro de la mártir. La fiesta de la mártir que se
menciona el 22 de noviembre, en cuyo día se celebra todavía, fue preservada en
el templo dedicado a ella del barrio del Trastévere en Roma. Por consiguiente,
su origen probablemente se remonta a esta iglesia.
Las primeras guías medievales de
los sepulcros de los mártires romanos señalan su tumba en la Via Apia, al lado
de la cripta de los obispos romanos del siglo III. De Rossi localizó el
sepulcro de Cecilia en las catacumbas de Calixto, en una cripta adjunta a la capilla
de la cripta de las papas; un nicho vacío en una de las paredes que
probablemente contenía un sarcófago. Entre los frescos posteriores que adornan
la pared del sepulcro, aparece dos veces la figura de una mujer ricamente
vestida, y aparece una vez el papa Urbano I (quien —según las Actas de santa
Cecilia— había tenido una estrecha relación con la mártir).
Venancio Fortunato, obispo de
Poitiers muerto en el año 600, en su libro Miscellánea (1.20 y 8.6) escribió
que entre el 176 y el 180 (en la época del emperador Marco Aurelio) había
muerto una Cecilia en la isla de Sicilia. Ado (Martirologio, «22 de noviembre»)
sitúa el momento de la muerte de Cecilia en el reinado de Marco Aurelio y
Cómodo (aproximadamente el 177). De Rossi (en Sotterránea de Roma, 2.147),
intenta demostrar que la declaración de Venancio Fortunato es la más segura
históricamente.
En otras fuentes occidentales de
la baja Edad Media y en el Synaxaria griego, el martirio se sitúa en la
persecución de Diocleciano (aunque se refiere probablemente a una mártir
verdadera llamada Cecilia, africana, quien sufrió la persecución de este
emperador, y su día se conmemora el 11 de febrero).
P. A. Kirsch intentó fijar la
fecha en el tiempo del emperador Alejandro Severo (229-230); Aubé, en la persecución
de Decio (249-250); y Kellner, en la de Juliano el Apóstata (362).
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Guido Reni, (1575-1642): Santa Cecilia |
La parte más antigua de esta
catacumba fecha todos estos eventos al final del siglo II; por consiguiente,
desde ese momento hasta la mitad del siglo IV es el período dejado abierto para
el martirio de Cecilia: 180 a 350. En las firmas del Concilio Romano de 499 se
menciona al templo de Cecilia como títulus sánctæ Cæcíliæ.
(1) JOSEMARÍA REVUELTA
primeroscristianos.com
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Claude Monet
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Tren en la nieve, 1875. |
En un nuevo aniversario del nacimiento del pintor impresionista Claude Monet, un recuerdo para su pintura:
En el Museo d'Orsay de París se celebra una exposicón sobre "El impresionismo y la moda", donde también se exponen obras de Monet.
lunes, 8 de octubre de 2012
Morricone explica como su fe se hace música
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/
Con motivo de esta gira ha decidido recuperar una partitura que lleva en el cajón 48 años. Se titula La Biblia.
Con motivo de esta gira ha decidido recuperar una partitura que lleva en el cajón 48 años. Se titula La Biblia.
La noticia saltaba allá por el mes de agosto: el maestro compositor italiano Ennio Morricone -conocido por las memorables bandas sonoras de los “spaghetti western” de los años sesenta, pero sobre todo por las de películas inolvidables como “La Misión”, “Los intocables”, “Cinema Paradiso”, o “El clan de los sicilianos”- prepara la partitura de un gran musical internacional sobre la figura de Juan Pablo II que se estrenará en 2013 y que cuenta con el apoyo entusiasta del cardenal y arzobispo de Cracovia, Stanislao Dziwisz.
“Mi fe contribuye en mi música"
Morricone siempre ha reconocido públicamente su fe: “Cuando tengo que escribir una pieza religiosa, ciertamente mi fe contribuye a ello. Hay una espiritualidad que siempre permanece en mi composición», explica el compositor, diplomado en el Conservatorio romano de Santa Cecilia con el profesor Goffredo Petrassi: “La espiritualidad presente en sus partituras me ha marcado siempre, aunque yo nunca me he considerado un compositor solo místico-sacro”, sostiene.
Haciendo repaso de su trayectoria musical, Morricone cree “haber tocado al máximo lo sagrado cuando he relatado el alma del hombre en las series de televisión sobre Juan XXIII y Juan Pablo II, pero también en las películas de Sergio Leone, donde además de violencia, hay siempre esperanza. Una esperanza que siempre he incluido implícitamente en todas mis partituras”, reconoce.
Un balance artístico que parte de una certeza, explica Morricone: “la de haber recibido la gracia del talento y haber tenido la fortuna de estudiar música”.
“Un intercambio de emociones”.
Después de haber escrito la partitura de casi 500 filmes y trabajado con los principales directores, (Leone, Bertolucci, Brian De Palma, Tornatore, Polanski, Tarantino…), a sus 84 años, Ennio Morricone sigue en plena ebullición profesional y se ha embarcado en una gira que celebra sus diez años de conciertos en directo por todo el mundo: “Siempre había dirigido mis músicas, pero solo en el estudio de grabación. Hace diez años me pidieron que las dirigiera en un concierto”, explica en una entrevista al diario italiano Avvenire. Desde entonces, el maestro ha llevado sus bandas sonoras al Teatro de la Scala, al Royal Albert Hall, a la Asamblea General de la ONU en Nueva York o la mismísima Plaza de Tiananmen en Pekín.
“Cada vez que me he subido al estrado no he podido dejar de llevar al atril la suite de la música para la película La Misión, explica Morricone, que con la memoria vuelve al 28 de septiembre de 2002, cuando, en la Arena de Verona comenzó su aventura de conciertos en directo: “Dirigir en el teatro mis músicas me ha producido un extraño efecto: acostumbrado a escuchar las notas por los cascos, en directo me he encontrado de pronto oyéndolas junto al público que respiraba tras de mí, en un intercambio de emociones continuo”, relata.
Un inédito sobre el Antiguo Testamento
Con motivo de esta gira ha decidido recuperar una partitura que lleva en el cajón 48 años. Se titula La Biblia: “Son quince minutos de música inédita. Hace muchos años me pidieron una maqueta para una película sobre el Antiguo Testamento: la música les gustó mucho, pero, por elección del productor, la película nunca se llegó a rodar”.
El compositor la ha recuperado y la ha convertido en un fresco en dos cuadros: “La creación y la Torre de Babel para orquesta y coro: si en la primera parte, el relato es confiado a los instrumentos, en la segunda las voces cantan un texto en hebreo”, explica el galardonado compositor, que, entre otros, cuenta con el Premio Honorífico de la Academia, cinco nominaciones al Óscar, cinco Baftas y un Grammy.
En la tierra de Juan Pablo II
Satisfacciones profesionales ha tenido muchas, empezando por los Óscar, pero, “nunca he tenido tiempo de disfrutarlas porque siempre he trabajado mirando hacia delante. He tenido también momentos de profunda crisis superados gracias a la confianza en las capacidades y el talento que me han sido dados”.
Y también hoy, en el umbral de los 84 años, -los cumplirá el próximo 10 de noviembre con un concierto en Milán- , su ritmo de vida no ha cambiado: “Me levanto muy pronto, sobre las cuatro y media de la madrugada. Hago gimnasia, leo los periódicos, y a las ocho y media ya estoy trabajando”.
Sobre la mesa tiene la banda sonora para el próximo film de Giuseppe Tornatore, La migliore offerta. Pero me espera un viaje a Polonia donde me darán un premio: a la tierra del beato Juan Pablo II llevaré Tra cielo e terra, una página dedicada al papa polaco».
La figura de Karol Wojtyla ya ha sido llevada a los escenarios con musicales anteriores, como el titulado.
No tengáis miedo, visto por más de 21.000 personas en España y representado el pasado 5 de agosto en Polonia, y el rockero Wojtyla Generation, centrado en historias de jóvenes que vivieron bajo su pontificado y lo siguieron durante las Jornadas Mundiales de la Juventud, dirigido por Raffaele Avallone, estrenado en Polonia en el año 2009 y representado en la pasada JMJ Madrid 2011.
jueves, 13 de septiembre de 2012
Clara Schumann
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Clara y Robert Schumann |
Nos avisa google de que tal día como hoy, nacía Clara Wieck, en Leipzig, allá por el año 1819.
Hija de padre músico y madre cantante, Clara recibió una completa formación musical, incluyendo el violín, piano y complosición, que le llevaría a convertirse en una de las grandes pianistas del siglo XIX. A la edad de 11 años daba su primer concierto.
Conoció a Robert Schumann cuando este recibía clases de su padre, Friedrich Wieck, quién se opuso a su matrimonio. Aún así, la pareja consiguió casarse, en 1840.
Si Clara compuso obras siendo soltera, después de su matrimonio dedicó su tiempo a la atención de sus hijos y a difundir e interpretar la obra de su marido, hasta el final de los días de este. Robert Schumann murió en un psiquiátrico donde fue internado después de varios procesos depresivos que le llevaron a un intento de suicidio. Clara contaba con 37 años cuando queda viuda de Robert. Tras la muerte de su esposo, ella sigue componiendo, difundiendo la obra de Schumann y dando conciertos por toda Europa; a la vez que impartía clases en el conservatorio de Frankfurt.
Desde 1853 mantenía una cercana relación con Brahms, a quién ayudo a difundir su obra.
Retirada de los escenarios, muere en Frankfurt del Main en 1896.
Su talento musical fue comparado con el de Lizst.
sábado, 30 de junio de 2012
Glosa a lo divino
Por toda la hermosura
nunca yo me perderé,
sino por un no sé qué
que se alcança por ventura.
I
Sabor de bien que es finito
lo más que puede llegar
es cansar el apetito
y estragar el paladar
y assí por toda dulçura
nunca yo me perderé
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.
II
El coraçón generoso
nunca cura de parar
donde se puede passar
sino en más difficultoso
nada le causa hartura
y sube tanto su fee
que gusta de un no sé qué
que se halla por ventura.
III
El que de amor adolesce
de el divino ser tocado
tiene el gusto tan trocado
que a los gustos desfallece
como el que con calentura
fastidia el manjar que ve
y apetece un no sé qué
que se halla por ventura.
IV
No os maravilléis de aquesto
que el gusto se quede tal
porque es la causa del mal
ajena de todo el resto
y assí toda criatura
enajenada se vee
y gusta de un no sé qué
que se halla por ventura.
V
Que estando la voluntad
de divinidad tocada
no puede quedar pagada
sino con divinidad
mas, por ser tal su hermosura
que sólo se vee por fee,
gústala en un no sé qué
que se halla por ventura.
VI
Pues, de tal enamorado
dezidme si abréis dolor
pues que no tiene sabor
entre todo lo criado
solo sin forma y figura
sin hallar arrimo y pie
gustando allá un no sé qué
que se halla por ventura.
VII
No penséis que el interior
que es de mucha más valía
halla gozo y alegría
en lo que acá da sabor
mas sobre toda hermosura
y lo que es y será y fue
gusta de allá un no sé qué
que se halla por ventura.
VIII
Más emplea su cuydado
quien se quiere aventajar
en lo que está por ganar
que en lo que tiene ganado
y assí, para más altura
yo siempre me inclinaré
sobre todo a un no sé qué
que se halla por ventura.
IX
Por lo que por el sentido
puede acá comprehenderse
y todo lo que entenderse
aunque sea muy subido
ni por gracia y hermosura
yo nunca me perderé
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.
(San Juan de la Cruz)
sábado, 21 de enero de 2012
Lo más libre
Distintas clases de oración.
Sebastian Millet es un violoncelista inglés y una de las personas que ha participado en el documental “Inspirados para amar. Diálogo con san Josemaría”. "Una de las cosas en las que san Josemaría Escrivá me ha ayudado es a relacionar, de modo práctico, lo que hago durante el día con Dios".
Pienso que la música es el mejor idioma para comunicarse con cualquier persona. No es necesario aprender el idioma: es universal. Y por eso, en cierto sentido, la música es lo más libre que conozco. Especialmente también porque no se puede ver, no se puede tocar. Es algo que está ahí en la atmósfera, por todos lados. Es espiritual en sí misma, como el espíritu: no se la puede tocar, no se la puede ver. Y por eso con ella me siento enormemente libre. Cuanto toco una pieza musical, siento que no hay ninguna barrera entre cualquier persona que me esté escuchando y yo.
Hay distintas clases de oración. Antes de comenzar un concierto, si estoy nervioso hay una clase de oración… de desesperación. Y le digo a Dios: por favor ayúdame en esta situación. Y luego hay una clase de oración en la que tengo tiempo, y puedo ir tranquilamente a una habitación en casa, lo cual es muy difícil ahora con niños de tres años a mi alrededor. Pero puedo tener un rato tranquilo, en el que rezo simplemente hablándole a Dios sobre todos mis problemas y las cosas que necesito, y las cosas que me gustarían para otras personas. Y luego está la clase de oración cuando estoy con los niños y no tengo tiempo para ir a un lugar tranquilo, y sólo puedo hablar con Él mientras camino con el cochecito de bebé.
Una de las cosas en las que san Josemaría me ha ayudado es a relacionar, de modo práctico, lo que hago durante el día con Dios. Así, por ejemplo, si decido ensayar con el violoncelo durante media hora, podría decir: bien, esto es por una de mis hijas, que no se encuentra bien. Y no pienso en ello mientras realizo el trabajo, pero lo tengo en la cabeza, en el subconsciente. Sé que el esfuerzo que pongo en realizar ese trabajo llega, está presente ante Dios, si quieres, por mi hija o por algún enfermo. Entonces, durante el día, si recuerdo hacerlo, es una forma de dar valor sobrenatural al trabajo que estoy haciendo.
http://www.inspiradosparaamar.org/
jueves, 2 de diciembre de 2010
Dios no manda nada que no podamos soportar

Hija biológica de madre adolescente, adoptada en una familia numerosa, retada cada día por sus piernas, que no la sostienen... Miriam Fernández, a los 20 años, ha hecho realidad su sueño de sacar un disco, que está por ahora en ITunes y en las librerías San Pablo.
En él canta a la esperanza, a su padre fallecido, a las embarazadas asustadas, a la vida. Le precede un dato: 1,6 millones de reproducciones en YouTube de la canción que interpretó la noche que ganó el concurso televisivo «Tú sí que vales». Miriam ha escrito todas las letras de «Bailando bajo la lluvia», un álbum que gustará mucho a las adolescentes, con unos textos que devolverán las ganas de vivir a más de una persona asustada o triste.
-Las estadísticas dicen que la mayoría de adolescentes pierden la fe, entre los 12 y 18 años. ¿Qué les dirías?
-Sólo puedo hablar de mi experiencia. En mi vida he pasado momentos duros, como la muerte de mi padre, la de mi hermano. Son momentos de preguntarle a Dios «¿por qué?» Pero al final de todas las oscuridades siempre he visto luz, he visto que todo sirve para algo, que Dios no manda nada que no podamos soportar. Todos tenemos dones para servir a los demás. En mi disco canto: «siempre hay algo mejor por llegar». Hay momentos en que digo; «Dios, este asunto lo pongo en tus manos», y eso me da fuerza. Dios está ahí, no quiere nada malo para nadie. En esta sociedad, y a estas edades, hay que seguir creyendo.
-¿Perteneces a algún movimiento católico?
-No, a ninguno. Estuve cuatro años en un colegio del Opus Dei, y algunas cosas que aprendí allí las he llevado a mi vida. Que el trabajo hace santo, es verdad. Que hay que ser constante. También estuve en colegios de monjas, y en ellos aprendí más cosas que me sirven.
-Dicen que los de tu edad son «la generación de la música de fondo». ¿Distrae la música de lo importante?
-Sí, pero no sólo a los jóvenes. Cierta música es sólo negocio. Quisiera que mi música, aunque es movida, sirviese también para hacer silencio y reflexionar. A veces se infravalora la música, sacan a la cantante con menos ropa y buscan llegar a los jóvenes sin decir nada. Eso es un error.
-¿Qué piensas del caso de Hannah Montana, ahora tan erotizada?
-Empezó en Disney, era un modelo para niños y niñas, y la quisieron cambiar, romper con el público infantil, y pasó de ser ejemplo para niñas a llevar un corsé negro enseñando lo que no hace falta para ser cantante. Como si eso fuera lo que vende en la sociedad. Yo he dicho a mis amigos que no dejen que se me suba nada a la cabeza. Si una discográfica me ofreciese triunfar, pero sin dejarme componer mis letras y cambiándome la imagen, les diría que no.
-¿Escuchas música cristiana?
- No, escucho pop. Pero de niña cantaba en el coro de la parroquia. La música fue mi salvación en una infancia dura, cuando otros niños se reían de mí. Seguí cantando y vi que no es lo mismo cantar porque sí que hacerlo sabiendo que así ayudas a los demás.
-Has apoyado las campañas pro vida del Foro de la Familia. ¿Te ha dado problemas?
- Comentarios negativos a mis canciones en las redes sociales. «No deberías estar tan posicionada», me dicen. Pero defender la vida es una cuestión humana, no política. Digo «no al aborto», pero más aún digo «sí a la vida». Eso me cerrará algunas puertas, y quizá abra otras. Si una embarazada escucha mis canciones y le dan esperanza y eso salva a su hijo, todas las críticas me habrán dado igual.
Piernas paralizadas, voz con alas
Su madre biológica, «sin nadie a su favor», la tuvo con 17 años, y la dio en adopción con 6 meses. Ella está agradecida de no haber sido abortada, aunque tuviese parálisis cerebral. «Los médicos decían que a los 15 años no caminaría, sólo me arrastraría, pero hoy camino con ayuda de un andador», explica. Ha crecido con cinco hermanos. La muerte reciente de su padre y de uno de sus hermanos ha supuesto una prueba, pero no se rinde. Canta desde niña, ganó el concurso «Tú sí que vales» en televisión y defiende la vida siempre.
Fuente: Pablo J. Ginés en www.larazon.es
domingo, 27 de junio de 2010
Samba Saravah
Être heureux, cest plus ou moins ce qu’on cherche.
J’aime rire, chanter et je n’empêche
pas les gens qui sont bien d’être joyeux,
pourtant s’il est une samba sans tristesse
c’est un vin qui ne donne pas livresse,
un vin qui ne donne pas livresse, non
ce nest pas la samba que je veux.
J’en connais que la chanson incommode,
d’autres pour qui ce n’est rien qu’une mode;
d’autres qui en profitent sans l’aimer.
Moi, je l’aime et jai parcouru le monde
en cherchant ses racines vagabondes
aujourd’hui pour trouver les plus profondes,
c’est la samba-chanson qu'il faut chanter.
On m’a dit qu’elle venait de Bahia,
qu’elle doit son rythme et sa poésie à
des siècles de danse et de douleur.
Mais, qu'els que soient les sentiments qu’elle exprime?
Elle est blanche de formes et de rimes,
blanche de formes et de rimes.
Elle est nègre, bien nègre, dans son cœur.
Mais, qu'el que soit le sentiment qu’elle exprime?
Elle est blanche de formes et de rimes,
blanche de formes et de rimes.
Elle est nègre, bien nègre, dans son cœur.
viernes, 5 de febrero de 2010
As time goes by

Una canción de 1931, popularizada por el cine de Hollywood, y al mismo tiempo una reflexión sobre el relativismo y la relatividad a partir de la teoría de Einstein.
En 1931 una canción, As Time Goes By, logró estar veintiuna semanas en la lista de los mayores éxitos de Estados Unidos. Procedía de un recién estrenado musical de Broadway y la interpretaba Rudy Vallee, estrella de la radio, el musical, y el cine americanos, una especie de precursor de los Frank Sinatra o los Elvis Presley en la época de la gran depresión económica. Esta canción, con letra y música de Herman Hupfeld, que triunfó efímeramente hace setenta y cinco años, adquiriría después un rango más universal gracias al film Casablanca, en el que servía de hilo conductor al amor imposible de Rick e Ilsa, personajes a la medida de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. La continua difusión de la película a lo largo de seis décadas contribuyó también a la popularidad del tema musical, grabado además por infinidad de intérpretes.
Sin embargo, la Warner Bros omitió en Casablanca la letra introductoria de As Time Goes By, quizás para no distraer de la tensión dramática originada por la interpretación del inolvidable pianista Sam (Dooley Wilson) o simplemente por no querer detenerse a reflexionar sobre una letra que en cierta medida es reflejo de la inseguridad que flotaba en el aire en 1931, tanto en Estados Unidos como en Europa, tanto en el ámbito interno como en el internacional. Y es que realmente el mundo era realmente más alegre y confiado antes de 1914, orgulloso como nunca de los progresos de la ciencia y la técnica. Era la época de la segunda globalización, marcada por la ascensión de los imperios coloniales, en la que ni la carrera de armamentos ni las frecuentes crisis internacionales terminaban por inquietar a quienes desayunaban rutinariamente con aquellas noticias de prensa.
En cambio, en 1931 las cosas eran muy diferentes: había miedo a que se repitiera una guerra –por no decir una carnicería- de alcance mundial; había miedo a las revoluciones, a los nacionalismos agresivos, a la pobreza, al paro indefinido... Por lo demás, la gente estaba asistiendo a aquellas alturas del siglo XX a cambios vertiginosos y se echaban de menos asideros a los que sujetarse como en tiempos pasados. El azar y lo relativo irrumpían con fuerza en las conciencias, tal y como sucede en estos inicios del siglo XXI, aunque había una diferencia sustancial: en 1931 brotaban temores y presagios ante peligros más o menos cercanos, y actualmente muchos quieren creer que vivimos en el mejor de los mundos posibles, un mundo de autosatisfacción y barroquismos sin contenidos.
Con todo, Herman Hupfeld, el autor de As Time Goes By, desconfiaba de las novedades de aquel momento, pues denunciaba en la letra que las novedades aceleradas le causaban aprensión, que el progreso técnico le inquietaba y hasta la posibilidad de una cuarta dimensión; y terminaba por hacer responsable de su desasosiego a la teoría de Einstein a la que calificaba de “trifle weary”, una bagatela fastidiosa. Seguramente Hupfeld confundía –como algunos siguen haciendo hoy- la relatividad con el relativismo moral, un malentendido que Einstein trató de aclarar inútilmente toda su vida. Desde luego, no era un relativista quien afirmaba que Dios no juega a los dados, quien se rebelaba contra la pretensión de considerar que la realidad última no es necesariamente el resultado de causas exactas y que vivimos en un mundo en que lo impredecible –lo incausado- sucede constantemente. Tampoco estaba de acuerdo Einstein con quienes afirmaban que la realidad sólo existe cuando tenemos contacto con ella o, incluso, que somos nosotros los que hacemos que aparezca. De ahí hay un paso para proclamar que cada “cuerpo” sirve para llenar el universo, y tampoco es extraño que en aquella época de entreguerras Paul Valéry se refiriera a la “civilización de los solos”, a la que, por cierto, su esteticismo le hacía pertenecer. Pero la mentalidad relativista ha calado profundamente entre las masas y los individuos, y ha supuesto que nadie quiera escuchar a oráculos que prediquen responsabilidades, que hablen de los posibles efectos de nuestras acciones y nos aporten prueban concluyentes porque el mero hecho de prestarles oídos se considera como una restricción de nuestra capacidad de elegir. Conviven paradójicamente los dogmas de que somos prisioneros del destino y de que nuestra libertad carece de límites.
Frente a las incertidumbres del futuro y el relativismo arrollador, Herman Hupfeld se aferraba en su canción a la existencia de algo permanente, que entonces acaso no se considerara tan relativo: el amor entre un hombre y una mujer, una historia tan vieja y nueva como el mundo, en la que todo es más sencillo que todas las teorías alambicadas: “A kiss is just a kiss, a sigh is just a sigh”.
* Por Antonio R. Rubio Plo
Historiador y analista de relaciones internacionales
"As Time Goes By"
[This day and age we're living in
Gives cause for apprehension
With speed and new invention
And things like fourth dimension.
Yet we get a trifle weary
With Mr. Einstein's theory.
So we must get down to earth at times
Relax relieve the tension
And no matter what the progress
Or what may yet be proved
The simple facts of life are such
They cannot be removed.]
You must remember this
A kiss is just a kiss, a sigh is just a sigh.
The fundamental things apply
As time goes by.
And when two lovers woo
They still say, "I love you."
On that you can rely
No matter what the future brings
As time goes by.
Moonlight and love songs
Never out of date.
Hearts full of passion
Jealousy and hate.
Woman needs man
And man must have his mate
That no one can deny.
It's still the same old story
A fight for love and glory
A case of do or die.
The world will always welcome lovers
As time goes by.
Oh yes, the world will always welcome lovers
As time goes by.
Herman Hupfeld
© 1931 Warner Bros. Music Corporation, ASCAP
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