“En nuestro país no hay más objeción de conciencia que aquella que está expresamente establecida en la Constitución o por el legislador en las Cortes Generales. Todos estamos sometidos a la ley. Las ideas personales no pueden excusarnos del cumplimiento de la ley porque, si no, nos llevaría en muchísimos temas, en éste y en otros muchos, a la desobediencia civil”. (Caamaño dixit)
En serio, lo dice el Ministro de Justicia. Ahí queda eso.
En ocasiones así una se alegra ver publicidad valiente como la de Intereconomía: