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Resulta revelador que la píldora se "probase" en mujeres portoriqueñas, haitianas o mejicanas.
La Iglesia católica, que según los últimos datos, de 2007, cuenta con 1.147 millones de bautizados, afronta desafíos que están relacionados con dos de sus elementos definitorios: está destinada a personas de toda nación y condición y depende intensamente del papel del sacerdote.
Que el camino salga a tu encuentro.
Que el viento siempre esté detrás de ti,
y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos volvamos a encontrar,
que Dios te sostenga suavemente
en la palma de su mano.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron,
pero nunca olvides recordar aquellas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos,
pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron fieles.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron,
pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que siempre tengas palabras cálidas en un anochecer frío,
una luna llena en una noche oscura,
y que el camino siempre se abra a tu puerta.
De lirio en oración, de espuma herida
por ella paso del alba silenciosa,
de carne sin pecado en la gozosa
contemplación del Niño sorprendida;
de nieve que detiene su caída
sobre la paja que al Señor desposa,
de sangre en asunción junto a la rosa
del virginal regazo desprendida;
de mirar levantado hacía la altura
como una fuente con el agua helada
donde el gozo encontró recogimiento;
de manos que juntaron su hermosura
para calmar, en la extensión nevada,
su angustia al hombre y su abandono al viento.Luis Rosales
Reproduzco por su interés las palabras que el autor, Guillermo Buhigas, dirigió a los periodistas:
"Agradezco a la editorial por haberme publicado el libro y reunir a este grupo de profesionales, a quien en confianza explicaré su contenido, esperando tener el eco y la repercusión mediática que el tema requiere.
Esfuerzos como los de Sekotia merecen el apoyo de todos los que compartimos principios y valores humanísticos, porque en el mundo de hoy esos principios y esos valores sufren una ofensiva brutal, que sólo cabe definir como lo hiciera Su Santidad Juan Pablo II: Se trata de una CONJURA CONTRA LA VIDA.
En este libro, Eugenesia y Eutanasia. La Conjura contra la vida, desentraño su urdimbre histórica e informo a los lectores sobre las claves de la misma. Para ello, he partido de las fuentes originales, unas fuentes que hoy casi siempre se esconden o manipulan a fin de que sus encumbrados autores sean juzgados por la historia como benefactores de la humanidad; unas fuentes originales que se esconden o manipulan a fin de que los hombres de bien no reparen en la barbarie que propiciaron y que ahora se reedita con un falaz rostro humano.
Creo que en Eugenesia y Eutanasia. La conjura contra la vida desenmascaro racional y documentalmente sus falsos dogmas, principalmente el darwinismo, base conceptual de toda la barbarie sufrida por la humanidad en los últimos doscientos años.
Creo que el futuro del mundo tenderá al humanismo, si prevalece un concepto cristiano, o a un brutal totalitarismo, si la conjura contra la vida triunfa de forma definitiva.
Creo que, como dijo el filósofo católico francés Jean Guitton: “La vocación de España aparecerá en el siglo XXI. Habrá que escoger entre el cero y el infinito, entre el todo y la nada”.
Creo que los hombres de bien tenemos que afrontar esta cuestión con una firmeza absoluta, sin entrar en negociaciones ni consensos, que tan sólo pueden llegar a moderar la consumación diaria del sordo holocausto eugenésico y eutanásico que se ejecuta hoy en el mundo y que no hace más que crecer.
Y ha de ser así porque la historia nos enseña que las posturas firmes frente a la barbarie acaban derrotándola, por muy poderosos que sean sus promotores y por muy prolongada y dolorosa que sea la lucha. En cambio, la tibieza frente a la barbarie acaba por ser la aliada necesaria para su triunfo.
Entiendo que los católicos, a la hora de enfrentarnos a esta cuestión, tenemos que tener hoy más presentes que nunca las palabras del Apocalipsis: “Por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, estoy para vomitarte de mi boca”.
Muchas gracias a todos por vuestra presencia y quedo a vuestra disposición para contestar a cualquier pregunta."